martes, 30 de noviembre de 2010
El estuco.
La utilización del estuco ha estado frecuentemente determinada por circunstancias ambientales, para encontrar los materiales necesarios para la pasta y climáticas que ha favorecido su producción y su conservación. El estuco se empleó ya en las antiguas Grecia y Roma como base para las pinturas al fresco, algunos de cuyos restos se conservan en Roma y Pompeya. El estuco modelado y coloreado también es característico de las culturas iraníes de los sasánidas e hindúes, con pequeñas variantes técnicas respecto al mundo clásico.
Los árabes, que heredaron la técnica helenística, lo utilizaron con frecuencia para sustituir al mármol en la decoración arquitectónica, tallándolo en forma de mocarabes, atauriques u otros motivos ornamentales como los que se pueden contemplar en la Alhambra.
Es una imagen de un estucado islamico.
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